miércoles, 15 de marzo de 2017

Mamá, Papá, estoy embarazada



Hay dos cosas en la vida que uno tiene que asumir: La primera es que Satán se ha jubilado y le ha pasado el reinado de malo malísimo a su hija y princesa de su vida Caloría y que no todo el mundo está preparado para el éxito.

Y es que para llegar al punto en el que tengas que ir al baño con un par de señores de dos metros de altura, trajeados, con sus pinganillos y sus gafas puestas hasta de noche, antes tienes que cagarla, y mucho. 

No existe hombre de negocios ni persona famosa que no haya fracasado en algún momento de su vida, pero ésa es la gracia, ¿no? Apostar, perder, aprender, apostar, perder, aprender, apostar, perder, aprender, apostar, ganar.

De todas formas, lo que le da sentido a la vida es arriesgar – y dejo de hablar del tema que me pongo pesadita – y no dejarse llevar demasiado por las malas noticias, que son siempre parte del juego. En cada esquina, una putada, como en el parchís.

Pero oye, que no pasa nada. Al final, cuando las cosas te van muy bien, acabas echando de menos no caer en el pozo y estar un par de partidas sin tirar, que los descansos tampoco son tan malos, hazme caso. Además, tardes lo que tardes, siempre vas a llegar a la meta, así que perdedor, de eso que llaman perdedor, no serías. Hay que hacerte amigo de las cosas de las que tienes que tomar como lección por obligación.

Y hablando de hacer amigos, me gustaría presentarte a mi compañero de fatigas, el Síndrome del Intestino Irritable o, para los amigos, Colon Irritable. 

Este fue mi primer amigoenemigo cuando conocí el mundo del Fitness. Empecé siendo una bolita de grasa y acabé siendo una bolita de avena y brócoli.

Para quienes no lo sepan, el Síndrome del Intestino Irritable es un trastorno intestinal que causa embarazos de 3 meses temporales (véase la imagen adjunta), dolor abdominal, que visites más a menudo de lo normal al Sr. Roca🚽 o no lo visites prácticamente nada, entre otras. 

Según las palabras de mi doctora, es una especie de Intolerancia al Glúten, sólo que rechazas a un grupo de alimentos algo más extenso y que cada vez se está haciendo más famoso debido a toda la porquería y químicos que nos inyectan en la comida sin darnos cuenta.

En un par de años este síndrome será trending tópic, que pasará a usarse a modo de hashtag. #igers #follow4follow #colontime #SII #havingfun #intestinos #colonirritable. Si no tienes el SII, no eres un Cool Kid.

Fuera bromas, que esto más que serio, es muy duro. De estar comiendo todos aquellos alimentos que uno consideraría Top Sanos (avena, leche, verduras crudas, pasta y pan, comer más de 3 piezas de fruta al día,…), me prohibieron más de la mitad por la cantidad de fibra que contenían y que, por consiguiente, podían llegar a saturar mi sistema intestinal.

¿Que cómo se superan estas cosas cuando estás hinchado cual pez globo? Una vez sepas que se trata de colon irritable (es importantísimo que te mire un doctor), bebe mucha agua, elimina el café y los tés, come en porciones más pequeñas y alimentos que no sean demasiado fuertes, como el pollo con patatas al horno, por ejemplo y, aunque parezca contradictorio, haz ejercicio, ya que ayuda a eliminar el estrés y las tensiones – cosa que se acumulan muy gravemente en el estómago y pueden también llegar a causar hinchazón abdominal -, y por lo tanto, a saber controlar mejor el calvario. 

Se dice que en el estómago existe un segundo cerebro, ya que por ahí circulan más de cien millones de neuronas que están conectadas al cerebro. Es como una especie de radiopatio dentro de nuestro cuerpo: La vecina del primero que está por nuestras entrañas le dice al vecino del cuarto – en el cerebro principal, por así decirlo - que tiene hambre y éste actúa de una determinada forma; poniéndose de mal humor y agonizando, en mi caso.

Es por eso que, cuando estamos tristes, estresados o padeciendo ansiedad, lo reflejamos en el estómago, bien sea hinchándonos, ganando unos kilillos de más transformados en grasa abdominal o comiendo hasta vaciar la nevera, que también nos lleva a la opción de ponerse hecho un cerdo. 

Sea como sea, los intestinos son más sensibles que la vajilla de porcelana que tiene tu abuela en un estante con puertas de vidrio y que de pequeño tenías permanentemente prohibido tocarla, mirarla o soplarla a esta o a sus alrededores, y por eso hay que cuidarlo.

¿Cómo? Come con un poco más de cerebro, o con los dos, que también cabe y sé feliz. Sonríele a los problemas, busca el éxito en la vida y si caes en alguna casilla que te hace correr con desventaja, ¡qué más da!

Muchas veces es mejor ir despacio, admirando lo que tienes a tu alrededor y teniendo mil cosas que contar cuando llegues a la meta, que correr despavorido por el simple hecho de querer llegar antes y que no tengas nada de que hablar. Tarde o temprano, todos llegamos al final y tú decides como va a ser tu camino pero, por el amor de Dios, haz que valga la pena.

¡Pasta la vista, babies!💋

Lai









2 comentarios:

  1. es que hasta amb la panxa d'oliva estàs sexy!!

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    1. Jajajajajajajaja muchos años de tener un buen ejemplo a seguir....

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